Mis historias románticas
jueves, 30 de diciembre de 2010
Concurso 30.000 visitas
¡Hola a todos mis seguidores! Lo primero gracias por seguir mis historias, y sobre todo por comentar en ella, deciros que hago este apartado para comentaros que voy a participar en un concurso de los blog q sigo, se llama “Mi sueño en papel” la chica que lo escribe es María Orgaz laescritora, conocida así por tuenti, os recomiendo sus historias son geniales, ya ha llegado a las ¡30.000 visitas! Si como os cuento, y por ello lo de su concurso, la historia que esta subiendo ahora es “Amor prohibido” lleva once capítulos subidos, son geniales y fáciles de leer, ya que lo describe todo cautelosamente, si quiereis saber mas pasaros por su blog, os dejo el enlace por si os apetece seguirla seguro que no os arrepentireis xDD
http://marru86.blogspot.com/2010/12/hola-tods-como-lo-prometido-es-deuda.html
martes, 2 de marzo de 2010
Epílogo
Ocho años después
Ya habían pasado ocho años, mi vida a dado un giro inesperado, aunque me quede embarazada con diecisiete años nunca he llegado ha arrepentirme, siempre he tenido a mi padre a mi lado apoyandome. Ahora el ya no esta, murió el año pasado de una embolia pulmonar, se la detectaron demasiado tarde, pero le prometi ser feliz y dedicarle mi vida a mis hijos, el no estaba triste porque decía que volvería a ver a mi madre y a Elenisca, y a estar de nuevo con ellas. Solo le hice prometer a parte de ser feliz, que me reuniría con ellos dentro de muchos años.
Aunque mi padre no esta tengo a dos hombres en mi vida, esta Edwin que nos casemos a los cuatro meses de nacer Anne y Elena, y tengo ha Alejandro, un pequeño hombrecito de cinco años, es algo imperactivo pero muy cariñoso, sus hermanas lo quieren con locura. Edwin le puso el apellido a las mellizas y firmo del derecho de padre.
Ahora vivimos en la casa de mis padres, es mi herencia y por nada del mundo me hiria de este pueblucho como lo llamaba cuando era mas joven.
Edwin sigue trabajando en el hospital de pedagogo, le encanta su trabajo y siempre viene feliz a casa. Yo termine la carrera de bellas artes, aunque no le dedico mucho de vez en cuando hago una exposición de mis cuadros, después de todo ese fue siempre mi sueño ser una pintora famosa, no es que sea demasiado famosa pero si lo necesario para que mis cuadros se han vendidos. Estoy embarazada de cinco meses y traigo a un niño y una niña, de nuevo dos mellizos, la verdad que los nombres aun no lo se.
Ángela viene de vez en cuando a visitarnos, pero vive en Manhattan, se fue hace tres años, se caso con un ejecutivo de la empresa donde trabaja ella, y son muy felices dentro de dos meses va a tener a una preciosa niña, seguro que lo sera, su padre es guapisimo y ella también lo es. Ángela estudio y estudio, y se convirtió en una de las mejores arquitectas aunque a lo primero lo tuvo bastante mal por el machismo que hay en este mundo ante las mujeres. Mis peques la consideran su tía, y a mi me alegra ella se convirtió en una de mi familia cuando murió Elenisca, aunque nunca nadie ocupara su lugar.
Con Violeta me llevo muy bien, encontró un novio que le quiere y nosotros nos alegramos, olvido lo ocurrido en el pasado y se desvive por su tres nietos y esta deseando ver a los dos que están de camino, me ayuda en todo lo que puede y yo la verdad se lo agradezco, aunque no he tenido a mi madre en ningún momento difícil como es cuando tuve a mis hijos, o cuando me tenia que ir a estudiar o trabajar si la he tenido a ella, y se lo tendré que agradecer siempre.
Como ya dije nací hace veinticinco años y nunca he podido llegar a saber porque han tenido que pasarme estas cosas, Porque tuve que perder a una hermana de la manera que la perdí. Porque mi madre se suicido ¿A caso yo no la importaba?, porque mi padre me tuvo que dejar tan prono. Pienso pero no logro encontrar la respuesta, muchas veces pienso que quizás si no hubiera pasado todo esto nunca hubiera encontrado la felicidad que necesitaba encontrar, quizás soy algo egoísta o quizás no, solo se que aunque la vida me ha castigado, nunca me arrepentiré de mis actos, nunca dejare mis sueños atrás, ni dejar de querer a mi familia, porque algún día, algún día todo esto se acaba, la vida es un hilo demasiado fino y nunca sabrás cuando vas ha encontrar el final, por eso siempre me despido de mi familia cada vez que me voy a dormir, cuando Edwin se va al trabajo, o cuando Anne, Elena y Alejandro entran en el colegio. Siempre les digo que les quiero y que son los mas importantes para mi, les doy un beso y les deseo todo lo mejor.
Ahora intento ser feliz, se que mi familia me quiere, y que esten donde esten mi padre, mi madre y Elenisca me quieren y saben que yo les quiero a ellos.
FIN
Ya habían pasado ocho años, mi vida a dado un giro inesperado, aunque me quede embarazada con diecisiete años nunca he llegado ha arrepentirme, siempre he tenido a mi padre a mi lado apoyandome. Ahora el ya no esta, murió el año pasado de una embolia pulmonar, se la detectaron demasiado tarde, pero le prometi ser feliz y dedicarle mi vida a mis hijos, el no estaba triste porque decía que volvería a ver a mi madre y a Elenisca, y a estar de nuevo con ellas. Solo le hice prometer a parte de ser feliz, que me reuniría con ellos dentro de muchos años.
Aunque mi padre no esta tengo a dos hombres en mi vida, esta Edwin que nos casemos a los cuatro meses de nacer Anne y Elena, y tengo ha Alejandro, un pequeño hombrecito de cinco años, es algo imperactivo pero muy cariñoso, sus hermanas lo quieren con locura. Edwin le puso el apellido a las mellizas y firmo del derecho de padre.
Ahora vivimos en la casa de mis padres, es mi herencia y por nada del mundo me hiria de este pueblucho como lo llamaba cuando era mas joven.
Edwin sigue trabajando en el hospital de pedagogo, le encanta su trabajo y siempre viene feliz a casa. Yo termine la carrera de bellas artes, aunque no le dedico mucho de vez en cuando hago una exposición de mis cuadros, después de todo ese fue siempre mi sueño ser una pintora famosa, no es que sea demasiado famosa pero si lo necesario para que mis cuadros se han vendidos. Estoy embarazada de cinco meses y traigo a un niño y una niña, de nuevo dos mellizos, la verdad que los nombres aun no lo se.
Ángela viene de vez en cuando a visitarnos, pero vive en Manhattan, se fue hace tres años, se caso con un ejecutivo de la empresa donde trabaja ella, y son muy felices dentro de dos meses va a tener a una preciosa niña, seguro que lo sera, su padre es guapisimo y ella también lo es. Ángela estudio y estudio, y se convirtió en una de las mejores arquitectas aunque a lo primero lo tuvo bastante mal por el machismo que hay en este mundo ante las mujeres. Mis peques la consideran su tía, y a mi me alegra ella se convirtió en una de mi familia cuando murió Elenisca, aunque nunca nadie ocupara su lugar.
Con Violeta me llevo muy bien, encontró un novio que le quiere y nosotros nos alegramos, olvido lo ocurrido en el pasado y se desvive por su tres nietos y esta deseando ver a los dos que están de camino, me ayuda en todo lo que puede y yo la verdad se lo agradezco, aunque no he tenido a mi madre en ningún momento difícil como es cuando tuve a mis hijos, o cuando me tenia que ir a estudiar o trabajar si la he tenido a ella, y se lo tendré que agradecer siempre.
Como ya dije nací hace veinticinco años y nunca he podido llegar a saber porque han tenido que pasarme estas cosas, Porque tuve que perder a una hermana de la manera que la perdí. Porque mi madre se suicido ¿A caso yo no la importaba?, porque mi padre me tuvo que dejar tan prono. Pienso pero no logro encontrar la respuesta, muchas veces pienso que quizás si no hubiera pasado todo esto nunca hubiera encontrado la felicidad que necesitaba encontrar, quizás soy algo egoísta o quizás no, solo se que aunque la vida me ha castigado, nunca me arrepentiré de mis actos, nunca dejare mis sueños atrás, ni dejar de querer a mi familia, porque algún día, algún día todo esto se acaba, la vida es un hilo demasiado fino y nunca sabrás cuando vas ha encontrar el final, por eso siempre me despido de mi familia cada vez que me voy a dormir, cuando Edwin se va al trabajo, o cuando Anne, Elena y Alejandro entran en el colegio. Siempre les digo que les quiero y que son los mas importantes para mi, les doy un beso y les deseo todo lo mejor.
Ahora intento ser feliz, se que mi familia me quiere, y que esten donde esten mi padre, mi madre y Elenisca me quieren y saben que yo les quiero a ellos.
FIN
lunes, 1 de marzo de 2010
cap 20
Nuevas ilusiones
Ya había pasado siete meses desde que Jacob fue llevado a la clínica privada especializada en la esquizofrenia. Me daba miedo solo de pensar de que algunos de mis hijos heredaran la locura de su padre, hable con un medico especializado y me dijo que no tenia nada que ver ya, que estas personas se comportaban así ya que en el crecimiento de su vida habían sido maltratados, abusado o algo que psicológicamente le había echo reprimirse.
Me quedaban dos semanas para que mis pequeñas nacieran, iba a casa de Ángela, la verdad es que lo que había pasado nos había unido muchisimo y doy las gracias, le debía tanto. Llame a la puerta, y ella me abrió.
- Hola Angela.- le dije ilusionada.
- Hola Grabiela, pasa y ponte cómoda en el salón te voy a poner algo de beber, ¿Que quieres?.- me dijo Ángela.
- Agua, es que no tengo ganas de mas hoy estoy muy cansada.- le dije a Ángela.
No tardo mucho en traerme el agua, era muy buena con migo. Se sentó enfrente mía, era algo maniática, tenia que mirar a los ojos a la persona con la que hablara y verle el rostro, si no sentía que no la estaba escuchando. Estuvimos hablando mucho tiempo, y sonriendo.
- Grabiela, espero que no te importe lo que te voy a preguntar.- me dijo.
- Di me lo que quieras Ángela, somos de confianza.- le dije sonriendo le.
- Veras, no se como decirte. ¿No has vuelto ha hablar con Edwin?.- me pregunto.
- Ya sabes que no, estuvimos hablando hasta que se mejoro y se fue a España a seguir con su carrera. ¿porque me lo dices?.- le dije seria.
- Es que Edwin lleva dos semanas aquí, a vuelto Grabiela.- me dijo Ángela.
Me quede algo paralizada, ¿Porque no ha venido a verme? No lo entendía pensaba que ya eramos amigos, pero veo que no. Eso me entristeció el corazón, me sentía dolida, quizás era lo mejor.
- Bueno Grabiela cambiando de tema, ¿Como llamaras a las pequeñas?.- me dijo sonriendo, se que aunque no me dijo nada habia visto como me cambiaba la cara al hablar de Edwin.
- Pues queria llamarlas Anne y Elena.- le dije.
- Anne ¿por tu madre? y Elena.- me pregunto Ángela.
- si, es por mi madre, y Elena es como el nombre de mi hermana pero español. ¿No te gustan?.- le dije seria.
- Si me encantan, y me alegra que cogieras esos nombres tan bonitos, dice mucho de ti.- Me dijo sonriendo.- ¿Te apetece pasear por el parque? Hace un día maravilloso.- me dijo Ángela.
- Si claro, de paso tengo que ir a comprar unas cosas para las niñas.- le dije cariñosamente.
Salimos a pasear tranquilamente, nos tomemos unos batidos que saquemos de unas maquinas de bebidas que había en la calle. La verdad es que echaría estos momentos de paseos cuando tuviera a mis niñas. Sentí un pequeño dolor por debajo del admomen, mi reacción fue agarrarme sentía que se me estaba cayendo la barriga. De pronto sentí que mis piernas estaban mojadas, me toque y tenia razón, estaba mojada, el vestido a penas se me mojo pero la ropa interior la tenia chorreando.
- Ángela, creo que estoy de parto, me duele mucho.- le dije medio doblada, no se había percatado de nada de lo que me había pasado, ya que estaba hablando por teléfono, y cuando colgó es cuando se lo dije.
Ángela llamo a un taxi y nos montemos en dirección al hospital, estaba algo nerviosa pero no asuntada, en estos momentos necesitaba a mi madre, nunca pensé que la fuera a echar tanto de menos, las contracciones cada vez eran mas precisas, si el taxista no se daba prisa mis pequeñas iban a nacer ahí mismo, dentro del taxi.
cuando estábamos en la puerta del hospital, Ángela salio corriendo a por algún enfermero y una silla de ruedas, apenas podía andar.
- Es ella, es ella.- Escuchaba a Ángela decir una y otra vez a un enfermero que venia con ella, este llevaba la silla de ruedas.
Me ayudo a bajar del coche y me puso encima de la silla, entrabamos por la puerta del hospital cuando me encontré a Edwin, ¿que le pasaba? ¿porque estaba aquí? No entendía nada aunque tampoco estaba en disposición de hacerlo, mis pequeñas querían salir antes de tiempo.
- Grabiella.- me dijo Edwin.- Ya vas a tener a las pequeñas, pensé que aun te faltaba tiempo. ¿Como sabia que eran dos niñas? Yo no se lo había dicho.
- Edwin, creo que no es el momento de hablar con ella, quizás después podáis hablar.
A los quince minutos llego mi padre, pero yo ya estaba en la sala de descanso, entro y vino a estar con migo en este momento tan especial.
- Gracias por venir tan pronto papa.- Le dije, Estaba subida en una camilla, y al rededor de mi barriga tenia como unos cinturones de tela, llevaban muchos clabes y lo llamaban "Monitores", era para ver como iba todo por dentro, si las pequeñas estaban bien y si no tenia muchas contracciones.
- Mi amor, ¿Como estas? Esas diablillas ya quieren salir.- Decía mi padre sonriendo.- ¿Que te ha dicho el ginecólogo?.- me pregunto.
- Que ya me van a llevar a la sala de paritorio, están esperando de que el cirujano se prepare, con la matrona y el ginecólogo.- Le dije, mi padre puso cara de preocupación.
- ¿El cirujano? ¿Para que?.- me pregunto.
- Papa, esta mañana fui al medico, y me dijo la ginecóloga Ruth que tendrían que hacerme una cesárea, ya que las pequeñas llevan mucho tiempo sin moverse, que no me lo quiso decir antes para no asustarme.- le dije agarrándole la mano para que no se preocupara.
- Bueno jovenciata, creo que ya es tu turno.- Me dijo un joven cirujano, era guarismo, era rubio, de ojos azules y piel pálida.- Siento no presentarme mi nombres es Carlos.- me dijo sonriendo me.
No sabia que había unos médicos tan guapos, creo que me confundí cuando pensé en que carrera estudiar, menos mal que aun no había empezado la carrera y me podia retractar. Solo pude sonreír, le dejaría hacerme lo que quisiera, parecia un angel.
- Lo siento señor, pero en la sala de partos no puede entrar, ya que no es un parto normal, es por cesaria y los virus pueden colarse antes por el abdomen de su hija.- dijo Carlos.
- No importa, esperare en la sala de espera,avisen con lo que sea.- dijo mi padre dando me un pequeño beso en la frente.
Creo que tardaron mas en dormi de columna hacia abajo que lo que tardaron en sacarme a mis pequeñas, me tuvieron que punzar en la columna unas ocho veces ya que no podia doblarme lo suficiente. Despues cuando lo consiguieron me tumbaron en la camilla y senti como mis piernas y abdomen se habian dormido por completo, me sentia demasiado rara, note como me daban el corte en el abdomen, aunque no me dolia sentia como lo hacian, a la primera que sacaron fue a Elena, era preciosa, ojos azules y pelo negro, era igualita a mi y claro como no a Elenisca, estaba gordita, pesaba casi tres kilos y media cuarentaiocho centimetros. Despues la llevaron las enfermeras a limpiarla y hacerle unas pruebas. A los cinco minutos nacio Anne, esta era mas pequeñita, era rubia de ojos marrones, se parecia mucho a mama, pense que iban a ser gemelas o eso me dijeron los medicos, pero eran mellizas, quizas era mejor.
A la media hora nos llevaron a la sala de recuperacion, me sentia feliz, aunque era demasiado joven, sentia que tenia ganas de ser feliz de cuidar a mis pequeñas. Aunque papa me dijo que al siguienta año podria seguir estudiando, y que las niñas irian a la guarderia para no perder la oportunidad, la verdad es que me apollaba en todo, tenia suerte de tenerlo como padre.
A las seis horas de estar en la sala de recuperación nos subieron a las tres a nuestra habitación, era el numero 322, una vez arriba ya subieron papa, Angela y Edwin, estaban deseandonos vernos, papa encuanto vio a las pequeñas empezo a llorar.
- Dime princesa ¿Como estas? Supongo que se quien es quien de las pequeñas.- dijo papa, se veia tan feliz, señalo a las pequeñas y aceto con los nombre. ¿Como me conocia tanto? Si no recuerdo que le hubiera dando tanta confianza hasta ahora. Se notaba que era mi padre.
Angela se veia muy ilusionada con las pequeñas.
- Angela ¿Que te parece?.- le dije.
- Son preciosas Grabiela, me tienen enamorada.- dijo.
- Bueno seguro que seras una tita muy cariñosa.- le dije sonriendo y ella acepto.
- Cariño, voy a ir ha hablar con mig jefe para pedirme unos dias, despues me voy a casa me baño, me pongo algo comodo y te traigo las coas. ¿Vale?.- me dijo dandome un beso.
- Si, no te preocupes, Angela se quedara con migo ¿Verdad?.- ella asintio y papa se fue.
- Voy a por una botella de agua.- dijo Angela.
- Hola Grabiela.- dijo Edwin avergonzado, no habia dicho nada desde que habia entrado en la habitación.
- Hola ¿Como estas?.- le dije para cortar la tensión que habia.
- Veras, queria haber hablando antes con tigo, pero no encontraba el momento.- me dijo.
- El momento para ¿Que?.- le dije algo enfadada.
- Grabiela, he conseguido trabajo, voy a ser el nuevo pedagogo del centro de salud, no te lo pude decir antes porque como desde que me fui no me has llamado ni nada, pense que estarias enfadada con migo.- me dijo acercandose a mi.
- Me alegro mucho por ti.- le dije sonriendole forzosamente.
- Veras hay algo mas que quiero pedirte.- me dijo mentiendose su mano derecha en el bolsillo del pantalon.
- Dime.- le dije.
- ¿Quieres casarte con migo?.- dijo Edwin poniendose de rodillas. No sabia que decir, me senti no se rara, ¿Que hago? dije para mi misma.
Ya había pasado siete meses desde que Jacob fue llevado a la clínica privada especializada en la esquizofrenia. Me daba miedo solo de pensar de que algunos de mis hijos heredaran la locura de su padre, hable con un medico especializado y me dijo que no tenia nada que ver ya, que estas personas se comportaban así ya que en el crecimiento de su vida habían sido maltratados, abusado o algo que psicológicamente le había echo reprimirse.
Me quedaban dos semanas para que mis pequeñas nacieran, iba a casa de Ángela, la verdad es que lo que había pasado nos había unido muchisimo y doy las gracias, le debía tanto. Llame a la puerta, y ella me abrió.
- Hola Angela.- le dije ilusionada.
- Hola Grabiela, pasa y ponte cómoda en el salón te voy a poner algo de beber, ¿Que quieres?.- me dijo Ángela.
- Agua, es que no tengo ganas de mas hoy estoy muy cansada.- le dije a Ángela.
No tardo mucho en traerme el agua, era muy buena con migo. Se sentó enfrente mía, era algo maniática, tenia que mirar a los ojos a la persona con la que hablara y verle el rostro, si no sentía que no la estaba escuchando. Estuvimos hablando mucho tiempo, y sonriendo.
- Grabiela, espero que no te importe lo que te voy a preguntar.- me dijo.
- Di me lo que quieras Ángela, somos de confianza.- le dije sonriendo le.
- Veras, no se como decirte. ¿No has vuelto ha hablar con Edwin?.- me pregunto.
- Ya sabes que no, estuvimos hablando hasta que se mejoro y se fue a España a seguir con su carrera. ¿porque me lo dices?.- le dije seria.
- Es que Edwin lleva dos semanas aquí, a vuelto Grabiela.- me dijo Ángela.
Me quede algo paralizada, ¿Porque no ha venido a verme? No lo entendía pensaba que ya eramos amigos, pero veo que no. Eso me entristeció el corazón, me sentía dolida, quizás era lo mejor.
- Bueno Grabiela cambiando de tema, ¿Como llamaras a las pequeñas?.- me dijo sonriendo, se que aunque no me dijo nada habia visto como me cambiaba la cara al hablar de Edwin.
- Pues queria llamarlas Anne y Elena.- le dije.
- Anne ¿por tu madre? y Elena.- me pregunto Ángela.
- si, es por mi madre, y Elena es como el nombre de mi hermana pero español. ¿No te gustan?.- le dije seria.
- Si me encantan, y me alegra que cogieras esos nombres tan bonitos, dice mucho de ti.- Me dijo sonriendo.- ¿Te apetece pasear por el parque? Hace un día maravilloso.- me dijo Ángela.
- Si claro, de paso tengo que ir a comprar unas cosas para las niñas.- le dije cariñosamente.
Salimos a pasear tranquilamente, nos tomemos unos batidos que saquemos de unas maquinas de bebidas que había en la calle. La verdad es que echaría estos momentos de paseos cuando tuviera a mis niñas. Sentí un pequeño dolor por debajo del admomen, mi reacción fue agarrarme sentía que se me estaba cayendo la barriga. De pronto sentí que mis piernas estaban mojadas, me toque y tenia razón, estaba mojada, el vestido a penas se me mojo pero la ropa interior la tenia chorreando.
- Ángela, creo que estoy de parto, me duele mucho.- le dije medio doblada, no se había percatado de nada de lo que me había pasado, ya que estaba hablando por teléfono, y cuando colgó es cuando se lo dije.
Ángela llamo a un taxi y nos montemos en dirección al hospital, estaba algo nerviosa pero no asuntada, en estos momentos necesitaba a mi madre, nunca pensé que la fuera a echar tanto de menos, las contracciones cada vez eran mas precisas, si el taxista no se daba prisa mis pequeñas iban a nacer ahí mismo, dentro del taxi.
cuando estábamos en la puerta del hospital, Ángela salio corriendo a por algún enfermero y una silla de ruedas, apenas podía andar.
- Es ella, es ella.- Escuchaba a Ángela decir una y otra vez a un enfermero que venia con ella, este llevaba la silla de ruedas.
Me ayudo a bajar del coche y me puso encima de la silla, entrabamos por la puerta del hospital cuando me encontré a Edwin, ¿que le pasaba? ¿porque estaba aquí? No entendía nada aunque tampoco estaba en disposición de hacerlo, mis pequeñas querían salir antes de tiempo.
- Grabiella.- me dijo Edwin.- Ya vas a tener a las pequeñas, pensé que aun te faltaba tiempo. ¿Como sabia que eran dos niñas? Yo no se lo había dicho.
- Edwin, creo que no es el momento de hablar con ella, quizás después podáis hablar.
A los quince minutos llego mi padre, pero yo ya estaba en la sala de descanso, entro y vino a estar con migo en este momento tan especial.
- Gracias por venir tan pronto papa.- Le dije, Estaba subida en una camilla, y al rededor de mi barriga tenia como unos cinturones de tela, llevaban muchos clabes y lo llamaban "Monitores", era para ver como iba todo por dentro, si las pequeñas estaban bien y si no tenia muchas contracciones.
- Mi amor, ¿Como estas? Esas diablillas ya quieren salir.- Decía mi padre sonriendo.- ¿Que te ha dicho el ginecólogo?.- me pregunto.
- Que ya me van a llevar a la sala de paritorio, están esperando de que el cirujano se prepare, con la matrona y el ginecólogo.- Le dije, mi padre puso cara de preocupación.
- ¿El cirujano? ¿Para que?.- me pregunto.
- Papa, esta mañana fui al medico, y me dijo la ginecóloga Ruth que tendrían que hacerme una cesárea, ya que las pequeñas llevan mucho tiempo sin moverse, que no me lo quiso decir antes para no asustarme.- le dije agarrándole la mano para que no se preocupara.
- Bueno jovenciata, creo que ya es tu turno.- Me dijo un joven cirujano, era guarismo, era rubio, de ojos azules y piel pálida.- Siento no presentarme mi nombres es Carlos.- me dijo sonriendo me.
No sabia que había unos médicos tan guapos, creo que me confundí cuando pensé en que carrera estudiar, menos mal que aun no había empezado la carrera y me podia retractar. Solo pude sonreír, le dejaría hacerme lo que quisiera, parecia un angel.
- Lo siento señor, pero en la sala de partos no puede entrar, ya que no es un parto normal, es por cesaria y los virus pueden colarse antes por el abdomen de su hija.- dijo Carlos.
- No importa, esperare en la sala de espera,avisen con lo que sea.- dijo mi padre dando me un pequeño beso en la frente.
Creo que tardaron mas en dormi de columna hacia abajo que lo que tardaron en sacarme a mis pequeñas, me tuvieron que punzar en la columna unas ocho veces ya que no podia doblarme lo suficiente. Despues cuando lo consiguieron me tumbaron en la camilla y senti como mis piernas y abdomen se habian dormido por completo, me sentia demasiado rara, note como me daban el corte en el abdomen, aunque no me dolia sentia como lo hacian, a la primera que sacaron fue a Elena, era preciosa, ojos azules y pelo negro, era igualita a mi y claro como no a Elenisca, estaba gordita, pesaba casi tres kilos y media cuarentaiocho centimetros. Despues la llevaron las enfermeras a limpiarla y hacerle unas pruebas. A los cinco minutos nacio Anne, esta era mas pequeñita, era rubia de ojos marrones, se parecia mucho a mama, pense que iban a ser gemelas o eso me dijeron los medicos, pero eran mellizas, quizas era mejor.
A la media hora nos llevaron a la sala de recuperacion, me sentia feliz, aunque era demasiado joven, sentia que tenia ganas de ser feliz de cuidar a mis pequeñas. Aunque papa me dijo que al siguienta año podria seguir estudiando, y que las niñas irian a la guarderia para no perder la oportunidad, la verdad es que me apollaba en todo, tenia suerte de tenerlo como padre.
A las seis horas de estar en la sala de recuperación nos subieron a las tres a nuestra habitación, era el numero 322, una vez arriba ya subieron papa, Angela y Edwin, estaban deseandonos vernos, papa encuanto vio a las pequeñas empezo a llorar.
- Dime princesa ¿Como estas? Supongo que se quien es quien de las pequeñas.- dijo papa, se veia tan feliz, señalo a las pequeñas y aceto con los nombre. ¿Como me conocia tanto? Si no recuerdo que le hubiera dando tanta confianza hasta ahora. Se notaba que era mi padre.
Angela se veia muy ilusionada con las pequeñas.
- Angela ¿Que te parece?.- le dije.
- Son preciosas Grabiela, me tienen enamorada.- dijo.
- Bueno seguro que seras una tita muy cariñosa.- le dije sonriendo y ella acepto.
- Cariño, voy a ir ha hablar con mig jefe para pedirme unos dias, despues me voy a casa me baño, me pongo algo comodo y te traigo las coas. ¿Vale?.- me dijo dandome un beso.
- Si, no te preocupes, Angela se quedara con migo ¿Verdad?.- ella asintio y papa se fue.
- Voy a por una botella de agua.- dijo Angela.
- Hola Grabiela.- dijo Edwin avergonzado, no habia dicho nada desde que habia entrado en la habitación.
- Hola ¿Como estas?.- le dije para cortar la tensión que habia.
- Veras, queria haber hablando antes con tigo, pero no encontraba el momento.- me dijo.
- El momento para ¿Que?.- le dije algo enfadada.
- Grabiela, he conseguido trabajo, voy a ser el nuevo pedagogo del centro de salud, no te lo pude decir antes porque como desde que me fui no me has llamado ni nada, pense que estarias enfadada con migo.- me dijo acercandose a mi.
- Me alegro mucho por ti.- le dije sonriendole forzosamente.
- Veras hay algo mas que quiero pedirte.- me dijo mentiendose su mano derecha en el bolsillo del pantalon.
- Dime.- le dije.
- ¿Quieres casarte con migo?.- dijo Edwin poniendose de rodillas. No sabia que decir, me senti no se rara, ¿Que hago? dije para mi misma.
jueves, 25 de febrero de 2010
cap 19
El juicio final
Cerré los ojos muy fuerte pero no senti la bala en ninguna parte de mi cuerpo, abrí los ojos y vi que Jacob seguía enfrente de mi, me toque todo el cuerpo y nada, no sangraba, no tenia dolor, nada. Bufe de alegría había fallado.
- Esta vez no tendrás tanta suerte.- me dijo Jacob y volvío a empuñar la pistola. Esta vez no fallaría.
- No Jacob, este no eres tu, tu eres cariñoso, amable, por favor en mi vientre llego a dos hijos tuyos.- le dije, parecía un loco, no lo reconocía.
No me escuchaba ni hablaba, sentía que esta vez si era el final de mi joven vida. De pronto vi a alguien bajar las escaleras no hacia ruido y no sabia quien era, tenia miedo solo le vea la silueta, pero ¿A que tenia miedo? en verdad ya estaba muerta, en cuanto Jacob dispara con suerte mi corazón se pararía en milésimas de segundo. Estaba tan prendida en mis pensamientos que cuando me quise dar cuenta sonó un golpe mire y Jacob estaba tirado en el suelo, mire a la silueta que estaba acercándose a mi y en su mano llevaba un palo, se estaba acercando y me daba miedo, cuando vi quien era me fui corriendo hacia el y me alegre, lo abrace y le di las gracias una y otra vez.
- Agente Sullivan no se que hubiera echo si no hubiera llegado usted, me ha salvado la vida.- le dije llorando de felicidad.
- Es mi trabajo Grabiela, solo es eso, me alegra que estés bien, ¿Como esta Edwin?- dijo Sullivan
- No esta muy bien agente, esta muy herido.- dije llorando pero esta vez de dolor tenia miedo por que le pasara algo.
- Llamare a alguna agente para que venga por Jacob y a la ambulancia para que se lleven a Edwin al hospital.
Los policías y la ambulancia no tardaron en llegar, Sullivan se fue a comisaria a comunicar lo ocurrido y a tomar declaración a Jacob cuando despertara yo me fui con Edwin y llame a Violeta para que fuera hacia allí.
Una vez en el hospital le conté lo sucedido a Violeta, ella se puso nerviosa pero me dio las gracias, tuve que llamar a papa para contarle lo sucedido.
- Grabiella.- me dijo papa cuando llego.
- Papa estoy bien no te preocupes, es Edwin el que esta mal.- me derrumbe en los brazos de mi padre.- Papa, Jacob nos engaño, el es el que mando a matar a Elenisca, esta loco papa, esta loco.- le dije en pleno llanto. Me acuno hasta que me quede dormida.
- Grabiella despierta, ya esta Edwin despierto, deberías entrar a verle.- me dijo mi padre.
Entre en la habitación, me sentía mal por creer que el era el que le había echo daño a mi hermana. El me miro sonriendo.
- Me alegro que no te pasara nada Grabiella no me lo hubiera perdonado nunca, perdona me por no haberte avisado antes como era mi hermano, si se le puede decir así, pero no querías que me ha cercara a ti, perdona me.- Dijo Edwin derramando una pequeña lágrima.
- No, perdoname a mi, debí escucharte cuando me lo quisiste decir.- le dije, la verdad había olvidado el daño que me había echo. Sentía lastima, le abrace y me despendí de el le prometí ir a verlo hasta que saliera de allí.
Dos días despues ha Edwin le dieron el alta, y esa misma tarde era el juicio de Jacob, fuimos al juzgado, y nos toco la jueza de siempre, Jacob no llevo ningun abogado se lo denegaron ya que solo se daria la sentencia.
- Estamos de nuevo aqui, para sentenciar a Jacob Black, este joven es el que mando a matar a la joven Elenisca Rodriguez el es el factor que faltaba, esto quiere decir que el joven Justin Hall se le bajara la sentencia y podra salir cuando cumpla sesenta años en la carcel. Tendra derecho a salir. Estos dias le hemos hecho un test spcologico a Jacob Black y hemos podido saber que sufre una enfermedad, sufre esquizofrenia, se refiere a un grupo de trastornos mentales crónicos y graves, por ello nuestri venedicto es que estara en una clinica privada especializada en la esquizofrenia, en la que no podra salir nunca.- dijo la jueza
Todos nos alegrabamos, la verdad es que se merecia eso y mas, habia quitado a mi hermana del medio, y ahora, ahora no se que haria, me sentia fatal, por su culpa habia perdido a mi hermana y a mi madre, y encima estaba embarazada ¿Que haria yo ahora con dos bebes y sin padre? En ese momento mi mundo se vino encima.
Cerré los ojos muy fuerte pero no senti la bala en ninguna parte de mi cuerpo, abrí los ojos y vi que Jacob seguía enfrente de mi, me toque todo el cuerpo y nada, no sangraba, no tenia dolor, nada. Bufe de alegría había fallado.
- Esta vez no tendrás tanta suerte.- me dijo Jacob y volvío a empuñar la pistola. Esta vez no fallaría.
- No Jacob, este no eres tu, tu eres cariñoso, amable, por favor en mi vientre llego a dos hijos tuyos.- le dije, parecía un loco, no lo reconocía.
No me escuchaba ni hablaba, sentía que esta vez si era el final de mi joven vida. De pronto vi a alguien bajar las escaleras no hacia ruido y no sabia quien era, tenia miedo solo le vea la silueta, pero ¿A que tenia miedo? en verdad ya estaba muerta, en cuanto Jacob dispara con suerte mi corazón se pararía en milésimas de segundo. Estaba tan prendida en mis pensamientos que cuando me quise dar cuenta sonó un golpe mire y Jacob estaba tirado en el suelo, mire a la silueta que estaba acercándose a mi y en su mano llevaba un palo, se estaba acercando y me daba miedo, cuando vi quien era me fui corriendo hacia el y me alegre, lo abrace y le di las gracias una y otra vez.
- Agente Sullivan no se que hubiera echo si no hubiera llegado usted, me ha salvado la vida.- le dije llorando de felicidad.
- Es mi trabajo Grabiela, solo es eso, me alegra que estés bien, ¿Como esta Edwin?- dijo Sullivan
- No esta muy bien agente, esta muy herido.- dije llorando pero esta vez de dolor tenia miedo por que le pasara algo.
- Llamare a alguna agente para que venga por Jacob y a la ambulancia para que se lleven a Edwin al hospital.
Los policías y la ambulancia no tardaron en llegar, Sullivan se fue a comisaria a comunicar lo ocurrido y a tomar declaración a Jacob cuando despertara yo me fui con Edwin y llame a Violeta para que fuera hacia allí.
Una vez en el hospital le conté lo sucedido a Violeta, ella se puso nerviosa pero me dio las gracias, tuve que llamar a papa para contarle lo sucedido.
- Grabiella.- me dijo papa cuando llego.
- Papa estoy bien no te preocupes, es Edwin el que esta mal.- me derrumbe en los brazos de mi padre.- Papa, Jacob nos engaño, el es el que mando a matar a Elenisca, esta loco papa, esta loco.- le dije en pleno llanto. Me acuno hasta que me quede dormida.
- Grabiella despierta, ya esta Edwin despierto, deberías entrar a verle.- me dijo mi padre.
Entre en la habitación, me sentía mal por creer que el era el que le había echo daño a mi hermana. El me miro sonriendo.
- Me alegro que no te pasara nada Grabiella no me lo hubiera perdonado nunca, perdona me por no haberte avisado antes como era mi hermano, si se le puede decir así, pero no querías que me ha cercara a ti, perdona me.- Dijo Edwin derramando una pequeña lágrima.
- No, perdoname a mi, debí escucharte cuando me lo quisiste decir.- le dije, la verdad había olvidado el daño que me había echo. Sentía lastima, le abrace y me despendí de el le prometí ir a verlo hasta que saliera de allí.
Dos días despues ha Edwin le dieron el alta, y esa misma tarde era el juicio de Jacob, fuimos al juzgado, y nos toco la jueza de siempre, Jacob no llevo ningun abogado se lo denegaron ya que solo se daria la sentencia.
- Estamos de nuevo aqui, para sentenciar a Jacob Black, este joven es el que mando a matar a la joven Elenisca Rodriguez el es el factor que faltaba, esto quiere decir que el joven Justin Hall se le bajara la sentencia y podra salir cuando cumpla sesenta años en la carcel. Tendra derecho a salir. Estos dias le hemos hecho un test spcologico a Jacob Black y hemos podido saber que sufre una enfermedad, sufre esquizofrenia, se refiere a un grupo de trastornos mentales crónicos y graves, por ello nuestri venedicto es que estara en una clinica privada especializada en la esquizofrenia, en la que no podra salir nunca.- dijo la jueza
Todos nos alegrabamos, la verdad es que se merecia eso y mas, habia quitado a mi hermana del medio, y ahora, ahora no se que haria, me sentia fatal, por su culpa habia perdido a mi hermana y a mi madre, y encima estaba embarazada ¿Que haria yo ahora con dos bebes y sin padre? En ese momento mi mundo se vino encima.
miércoles, 24 de febrero de 2010
cap 18
Conociendo al complice
No me podía creer lo que estaba pasando ¿Que hacia Edwin amordazado? y encima ¿Que hacia en mi sótano? ¿Desde cuando estaba aquí?. Lo levante del suelo, estaba atado en un silla, quite el trapo que tenia a presión metida en la boca y le desate las manos y las piernas, intente levantarle para llevarlo a casa pero el cuerpo no le ayudaba, ya que estaba débil, apenas podía hablar, tenia la boca seca y los labios con grietas de no haber bebido ningún liquido desde que estaba aquí metido.
Lo deje en la silla y me dirigí a casa a por el botiquín de primeros auxilios. Subí corriendo las escaleras del sótano y la de la casa hasta subir a la primera planta, fui directa al servicio y coge el botiquín, mire haber si tenia lo necesario, agua oxigenada, tiritas, gasas, y algunas vendas por si era necesario, vi que mas o menos lo tenia todo. Baje de nuevo las escaleras de la casa y la del sótano y volví al lado de Edwin.
- Oh! no se me ha olvidado el baño con agua tibia y un paño para limpiarte la suciedad, ahora vengo.- le dije tocándole las heridas el apenas suspiraba.
Subí hasta la cocina y cogí un baño de agua templada y un paño de algodón. Cuando volví al sótano limpie primero a Edwin con el agua y el paño no quería que se le infectara las ideas, mientras le curaba empecé a pensar en como pude creer que Edwin tenia algo que ver en la muerte de mi hermana, entonces me acorde del día que no lo encontremos borracho, yo iba con Jacob y recuerdo la frase que me dijo - Te has equivocado de hermano- ¿Que quiso decir con eso que no me lo pudo volver a decir después?, bueno no le di importancia.
- ¿Edwin no me vas a decir nada?- le dije algo seria, ya había terminado de curarle todas las heridas y aun no me había dicho aun nada.
- Grabiela, no me siento bien, estoy....- dijo Edwin desmayando se.
Me asuste y subí las escaleras del sótano en dirección a casa necesitaba ver si estaba papa, para que me ayudara a subir a Edwin a la casa, necesitaba que el me ayudara yo con el embarazo no podía y además Edwin pesaba mucho. Mire en toda la casa y aun no había llegado mi padre, esto era sin vivir cuando necesitaba algo nunca había nadie. De pronto me so no el móvil, era Jacob, puse el manos libre ya que buscaba el teléfono de Sullivan para llamarle y decirle que había encontrado ha Edwin.
- Hola mi amor.- me dijo Jacob.
- ¿Que quieres ahora?.- le dije enfadada.- Ya te dije que no quiero saber nada de ti.
- Perdona me por favor no sabia ni si quiera si me lo ibas a coger.- me dijo el parecía triste y que de verdad lo lamentaba pero debía ser fuerte.
- Lo cogí sin pensar la verdad, tengo cosas que hacer mas serias y no me acorde de lo que me hiciste.- le dije distraida sin hacer caso a lo que me decía no encontraba la tarjeta que me dio el agente Sullivan.
- ¿Le pasa algo a los bebes?.- me dijo preocupado.
- No son los bebes.- le dije con recelo, de pronto me acorde que el me podía ayudar a subir a Edwin.- Jacob, tienes que venir a mi casa, has de ayudarme a subir a Edwin a mi casa.- le dije.
- Ah Edwin ¿Donde esta?.- me dijo serio.
- Esta en el sótano de mi casa lo tenían retenido, estaba amordazado y herido. y encima ahora esta inconsciente y sola no puedo subirlo.- le dije casi llorando.
- Voy.- me dijo algo nervioso y colgó el teléfono.
- Por fin encontre el numero de teléfono de Sullivan.- Dije a gritos. y me dispuse a llamarle.
- Agente soy GRabiela Rodriguez necesito que venga a mi casa he encontrado amordazado y con heridas a Edwin Black. Si le espero en el sótano esta en la parte trasera de la casa, debajo de la ventana de la cocina hay una puerta. Gracias.- Le dije colgando el teléfono.
Me fui al sótano intente reanimar a Edwin pero nada no lo conseguía, le tome el pulso unas cuantas veces y vi que no era normal, su respiración era muy débil, tenia miedo que le pasara algo ahora que estaba con migo, no se si podría resistirlo, empecé a llorar, estaba de rodillas frente a el.
- Que escena mas bonita.- escuche de fondo, era Jacob y hablaba de forma sarcástico.
- Jacob menos mal que has llegado, ayuda me.- le dije sin apartarme de Edwin, me incorpore no le veía bien la cara.
- No te voy a ayudar en nada, el debe morir.- me dijo tenia la cara extraña, los gestos y la forma en la que hablaba.
- ¡Pero que dices!.- le dije.
Me quise acercar a el pero de pronto saco un arma de detrás de su espalda y me apunto.
- Eres una ingrata, yo te doy mi amor y el tuyo lo repartes con todos.- me dijo, no entendía nada de lo que decía.
- Ayuda, Ayuda.- grite a voces
- Nadie te va ayudar, tendrás que morir junto a el, los bebes que llevas en tu vientre parece ser que no te dejan pensar, ellos también morirán.- me dijo, cargo la pistola y apretó el gatillo, escuche la bala como salia y grite.
- ¡NOOOOOOOOOO!- El miedo me hizo cerrar los ojos.
La vida de mis bebes y las mia corrian peligro, mi futuro ya estaba escrito.
No me podía creer lo que estaba pasando ¿Que hacia Edwin amordazado? y encima ¿Que hacia en mi sótano? ¿Desde cuando estaba aquí?. Lo levante del suelo, estaba atado en un silla, quite el trapo que tenia a presión metida en la boca y le desate las manos y las piernas, intente levantarle para llevarlo a casa pero el cuerpo no le ayudaba, ya que estaba débil, apenas podía hablar, tenia la boca seca y los labios con grietas de no haber bebido ningún liquido desde que estaba aquí metido.
Lo deje en la silla y me dirigí a casa a por el botiquín de primeros auxilios. Subí corriendo las escaleras del sótano y la de la casa hasta subir a la primera planta, fui directa al servicio y coge el botiquín, mire haber si tenia lo necesario, agua oxigenada, tiritas, gasas, y algunas vendas por si era necesario, vi que mas o menos lo tenia todo. Baje de nuevo las escaleras de la casa y la del sótano y volví al lado de Edwin.
- Oh! no se me ha olvidado el baño con agua tibia y un paño para limpiarte la suciedad, ahora vengo.- le dije tocándole las heridas el apenas suspiraba.
Subí hasta la cocina y cogí un baño de agua templada y un paño de algodón. Cuando volví al sótano limpie primero a Edwin con el agua y el paño no quería que se le infectara las ideas, mientras le curaba empecé a pensar en como pude creer que Edwin tenia algo que ver en la muerte de mi hermana, entonces me acorde del día que no lo encontremos borracho, yo iba con Jacob y recuerdo la frase que me dijo - Te has equivocado de hermano- ¿Que quiso decir con eso que no me lo pudo volver a decir después?, bueno no le di importancia.
- ¿Edwin no me vas a decir nada?- le dije algo seria, ya había terminado de curarle todas las heridas y aun no me había dicho aun nada.
- Grabiela, no me siento bien, estoy....- dijo Edwin desmayando se.
Me asuste y subí las escaleras del sótano en dirección a casa necesitaba ver si estaba papa, para que me ayudara a subir a Edwin a la casa, necesitaba que el me ayudara yo con el embarazo no podía y además Edwin pesaba mucho. Mire en toda la casa y aun no había llegado mi padre, esto era sin vivir cuando necesitaba algo nunca había nadie. De pronto me so no el móvil, era Jacob, puse el manos libre ya que buscaba el teléfono de Sullivan para llamarle y decirle que había encontrado ha Edwin.
- Hola mi amor.- me dijo Jacob.
- ¿Que quieres ahora?.- le dije enfadada.- Ya te dije que no quiero saber nada de ti.
- Perdona me por favor no sabia ni si quiera si me lo ibas a coger.- me dijo el parecía triste y que de verdad lo lamentaba pero debía ser fuerte.
- Lo cogí sin pensar la verdad, tengo cosas que hacer mas serias y no me acorde de lo que me hiciste.- le dije distraida sin hacer caso a lo que me decía no encontraba la tarjeta que me dio el agente Sullivan.
- ¿Le pasa algo a los bebes?.- me dijo preocupado.
- No son los bebes.- le dije con recelo, de pronto me acorde que el me podía ayudar a subir a Edwin.- Jacob, tienes que venir a mi casa, has de ayudarme a subir a Edwin a mi casa.- le dije.
- Ah Edwin ¿Donde esta?.- me dijo serio.
- Esta en el sótano de mi casa lo tenían retenido, estaba amordazado y herido. y encima ahora esta inconsciente y sola no puedo subirlo.- le dije casi llorando.
- Voy.- me dijo algo nervioso y colgó el teléfono.
- Por fin encontre el numero de teléfono de Sullivan.- Dije a gritos. y me dispuse a llamarle.
- Agente soy GRabiela Rodriguez necesito que venga a mi casa he encontrado amordazado y con heridas a Edwin Black. Si le espero en el sótano esta en la parte trasera de la casa, debajo de la ventana de la cocina hay una puerta. Gracias.- Le dije colgando el teléfono.
Me fui al sótano intente reanimar a Edwin pero nada no lo conseguía, le tome el pulso unas cuantas veces y vi que no era normal, su respiración era muy débil, tenia miedo que le pasara algo ahora que estaba con migo, no se si podría resistirlo, empecé a llorar, estaba de rodillas frente a el.
- Que escena mas bonita.- escuche de fondo, era Jacob y hablaba de forma sarcástico.
- Jacob menos mal que has llegado, ayuda me.- le dije sin apartarme de Edwin, me incorpore no le veía bien la cara.
- No te voy a ayudar en nada, el debe morir.- me dijo tenia la cara extraña, los gestos y la forma en la que hablaba.
- ¡Pero que dices!.- le dije.
Me quise acercar a el pero de pronto saco un arma de detrás de su espalda y me apunto.
- Eres una ingrata, yo te doy mi amor y el tuyo lo repartes con todos.- me dijo, no entendía nada de lo que decía.
- Ayuda, Ayuda.- grite a voces
- Nadie te va ayudar, tendrás que morir junto a el, los bebes que llevas en tu vientre parece ser que no te dejan pensar, ellos también morirán.- me dijo, cargo la pistola y apretó el gatillo, escuche la bala como salia y grite.
- ¡NOOOOOOOOOO!- El miedo me hizo cerrar los ojos.
La vida de mis bebes y las mia corrian peligro, mi futuro ya estaba escrito.
martes, 23 de febrero de 2010
cap 17
Descubriendo la verdad
Me desperté y me encontraba en una habitación, aun seguía en el juzgado, al lado mio estaba mi padre, Ángela y Jacob, ¿Jacob? ¿Que hacia este traidor al lado mio? Lo odiaba con toda mi alma, me levante sobresaltada y le dije cuatro palabritas bien dicha a ese asesino.
- ¿Que haces tu aquí? ¿Como puedes tener tanta cara? ¿Donde tienes a Edwin?.- le dije gritando.
- Grabiela la calma te, tu sobresalto no le hará bien a los bebes.- decía mi padre.
- ¿Bebes? ¿Son dos?.- dijo tan convincente Jacob.
- Si, y son solo mios.- dije
- Grabiela por favor te lo puedo explicar todo.- me dijo Jacob.
- ¿Todo que? ¿Que mataste a mi hermana?.- le dije.
- Tranquiliza te ya Grabiela Rodriguez. Todo a sido un error, Jacob no es el complice, Justin lo hizo para salvar su inocencia en ningún momento se ha encontrado pruebas que lo culpen, y la juez ha dado cerrado el caso hasta que se encuentre al verdadero complize, Justin pudo haber apuntado a cualquiera pero Jacob era el que estaba detrás justo cuando señalo.- dijo mi padre dando me un beso en la frente.
- ¿Es verdad todo lo que dices papa?.- el solo asintió, y yo empecé a llorar como una histérica, abrace a Jacob y le pedí mil perdones.
- Grabiela.- me dijo.- yo me enfade porque pensaba que todo era mentira, que el no era el asesino, me sentía engañado, nada mas, pero siento haber dudado de ti, perdona me mi amor.- me dijo Jacob dando me un beso en lo labios.
Después de salir del juzgado papa, Jacob y yo nos fuimos a casa, Ángela se fue sola a la suya. Al llegar a casa me senté en el sofá, estaba demasiado sofocada he intentaba descansar, Jacob se sentó al lado mio, y papa hizo la cena, se le daba muy bien.
- Jacob he de preguntarte algo.- le dije.
- Di me princesa.-
- Antes de que saliera hacia el juzgado Edwin me llamo diciendo me que sabia quien era el complice de Justin, pero no pudo terminar de decir la frase, se corto y le intente llamar pero ya estaba apagado.- le dije el ponía las caras muy raras.- Di me ¿Sabes donde esta Edwin?.- le pregunte.
- No, desde que se fue a España no le he vuelto a ver. ¿De verdad te dijo eso? Grabiela no es por asustarte ¿pero el no tendrá nada que ver en esto?- Me dijo pálido como la piel.
- No creo, mejor sera que dejemos de hablar de esto, se me ponen la piel de gallina.- le dije haciéndole una mueca.
Después de cenar me despendí de Jacob y me fui a dormí, no tarde mucho en caer en el sueño, tuve un sueño algo extraño, me encontraba delante del complice de Justin, solo le podía ver la silueta, se que era un hombre, alto y poco mas, me hablaba con mucha familiaridad y su voz no conseguía reconocerla, el me sujetaba y me decía que yo y Grabiela nos merecíamos lo peor, la razón no la sabia. Me desperté sobresaltada, cuando ya desperté del todo era de día, era un día precioso con un sol de primavera, cosa que aun no era. Baje a la cocina y vi que mi padre ya se habia ido al trabajo, yo no tenia nada que hacer era sábado, decidí llamar a Jacob para que pasara el día con migo. Llame a su casa ya que el móvil lo tenia apagado.
- Hola Violeta, ¿Esta Jacob?....¿Y sabes donde esta?...No, no ha dormido con migo, vale gracias.- le dije a Violeta.
¿Que estaba pasando? ¿Donde estaba Jacob? y lo mas importante ¿donde había dormido? esto me parecía demasiado raro ¿Y si le había pasado algo?. Estaba tan asumida pensando en Jacob que de pronto me sobresalte cuando llamaron a la puerta.
- ¿Que haces aquí?.- le dije.
- He venido a verte mi amor.- me dijo Jacob.
Me separe de el cuando quiso darme un beso, si no le había pasado nada ¿Donde había estado?.
- ¿Donde estabas?.- le pedí explicaciones.
- En casa mi amor.- me dijo
- Eso es mentira tu madrastra me ha dicho que no has dormido en casa.- le dije furiosa.
Empezamos a discutir y una cosa llego a la otra que me vi como me agarraba los brazos, y sentí la furia en sus ojos ¿Que le pasaba nunca lo había visto así?.
- Suelta me, me haces daños, suelta me.- le pedía una y otra vez pero parecía como si no me escuchara.
De pronto intente soltarme y de un es fuerzo caí rendida al suelo, me di con las escaleras en la cabeza me toque y tenia sangre, no tenia apenas fuerzas para levantarme. Jacob se acerco a mi.
- Lo siento mi amor.- me decía una y otra vez.
- ¡FUERA DE MI CASA!.- le dije de una sola vez.- NO QUIERO VOLVERTE A VER.- esta vez se lo dije para siempre.
Al intentar levantarme escuche como un sonido de madera podrida de bajo de el suelo de madera de la entrada. Provenía del sótano, quizás era alguna rata pero la curiosidad me mataba, nunca entrabamos allí, entre por la puerta que estaba debajo de la ventana de la cocina en el jardín. Abrí la puerta y empecé a bajar las escaleras con una vela en la mano, fui bajando poco a poco no sabia en que condiciones se encontraba el sótano, cuando baje no me podía imaginar quien estaba allí amordazado y golpeado por todas partes, me quede petrificada casi no me salían las palabras solo pude preguntar.
- ¿Que haces tu aquí? y ¿Quien te ha echo esto?.-
Me desperté y me encontraba en una habitación, aun seguía en el juzgado, al lado mio estaba mi padre, Ángela y Jacob, ¿Jacob? ¿Que hacia este traidor al lado mio? Lo odiaba con toda mi alma, me levante sobresaltada y le dije cuatro palabritas bien dicha a ese asesino.
- ¿Que haces tu aquí? ¿Como puedes tener tanta cara? ¿Donde tienes a Edwin?.- le dije gritando.
- Grabiela la calma te, tu sobresalto no le hará bien a los bebes.- decía mi padre.
- ¿Bebes? ¿Son dos?.- dijo tan convincente Jacob.
- Si, y son solo mios.- dije
- Grabiela por favor te lo puedo explicar todo.- me dijo Jacob.
- ¿Todo que? ¿Que mataste a mi hermana?.- le dije.
- Tranquiliza te ya Grabiela Rodriguez. Todo a sido un error, Jacob no es el complice, Justin lo hizo para salvar su inocencia en ningún momento se ha encontrado pruebas que lo culpen, y la juez ha dado cerrado el caso hasta que se encuentre al verdadero complize, Justin pudo haber apuntado a cualquiera pero Jacob era el que estaba detrás justo cuando señalo.- dijo mi padre dando me un beso en la frente.
- ¿Es verdad todo lo que dices papa?.- el solo asintió, y yo empecé a llorar como una histérica, abrace a Jacob y le pedí mil perdones.
- Grabiela.- me dijo.- yo me enfade porque pensaba que todo era mentira, que el no era el asesino, me sentía engañado, nada mas, pero siento haber dudado de ti, perdona me mi amor.- me dijo Jacob dando me un beso en lo labios.
Después de salir del juzgado papa, Jacob y yo nos fuimos a casa, Ángela se fue sola a la suya. Al llegar a casa me senté en el sofá, estaba demasiado sofocada he intentaba descansar, Jacob se sentó al lado mio, y papa hizo la cena, se le daba muy bien.
- Jacob he de preguntarte algo.- le dije.
- Di me princesa.-
- Antes de que saliera hacia el juzgado Edwin me llamo diciendo me que sabia quien era el complice de Justin, pero no pudo terminar de decir la frase, se corto y le intente llamar pero ya estaba apagado.- le dije el ponía las caras muy raras.- Di me ¿Sabes donde esta Edwin?.- le pregunte.
- No, desde que se fue a España no le he vuelto a ver. ¿De verdad te dijo eso? Grabiela no es por asustarte ¿pero el no tendrá nada que ver en esto?- Me dijo pálido como la piel.
- No creo, mejor sera que dejemos de hablar de esto, se me ponen la piel de gallina.- le dije haciéndole una mueca.
Después de cenar me despendí de Jacob y me fui a dormí, no tarde mucho en caer en el sueño, tuve un sueño algo extraño, me encontraba delante del complice de Justin, solo le podía ver la silueta, se que era un hombre, alto y poco mas, me hablaba con mucha familiaridad y su voz no conseguía reconocerla, el me sujetaba y me decía que yo y Grabiela nos merecíamos lo peor, la razón no la sabia. Me desperté sobresaltada, cuando ya desperté del todo era de día, era un día precioso con un sol de primavera, cosa que aun no era. Baje a la cocina y vi que mi padre ya se habia ido al trabajo, yo no tenia nada que hacer era sábado, decidí llamar a Jacob para que pasara el día con migo. Llame a su casa ya que el móvil lo tenia apagado.
- Hola Violeta, ¿Esta Jacob?....¿Y sabes donde esta?...No, no ha dormido con migo, vale gracias.- le dije a Violeta.
¿Que estaba pasando? ¿Donde estaba Jacob? y lo mas importante ¿donde había dormido? esto me parecía demasiado raro ¿Y si le había pasado algo?. Estaba tan asumida pensando en Jacob que de pronto me sobresalte cuando llamaron a la puerta.
- ¿Que haces aquí?.- le dije.
- He venido a verte mi amor.- me dijo Jacob.
Me separe de el cuando quiso darme un beso, si no le había pasado nada ¿Donde había estado?.
- ¿Donde estabas?.- le pedí explicaciones.
- En casa mi amor.- me dijo
- Eso es mentira tu madrastra me ha dicho que no has dormido en casa.- le dije furiosa.
Empezamos a discutir y una cosa llego a la otra que me vi como me agarraba los brazos, y sentí la furia en sus ojos ¿Que le pasaba nunca lo había visto así?.
- Suelta me, me haces daños, suelta me.- le pedía una y otra vez pero parecía como si no me escuchara.
De pronto intente soltarme y de un es fuerzo caí rendida al suelo, me di con las escaleras en la cabeza me toque y tenia sangre, no tenia apenas fuerzas para levantarme. Jacob se acerco a mi.
- Lo siento mi amor.- me decía una y otra vez.
- ¡FUERA DE MI CASA!.- le dije de una sola vez.- NO QUIERO VOLVERTE A VER.- esta vez se lo dije para siempre.
Al intentar levantarme escuche como un sonido de madera podrida de bajo de el suelo de madera de la entrada. Provenía del sótano, quizás era alguna rata pero la curiosidad me mataba, nunca entrabamos allí, entre por la puerta que estaba debajo de la ventana de la cocina en el jardín. Abrí la puerta y empecé a bajar las escaleras con una vela en la mano, fui bajando poco a poco no sabia en que condiciones se encontraba el sótano, cuando baje no me podía imaginar quien estaba allí amordazado y golpeado por todas partes, me quede petrificada casi no me salían las palabras solo pude preguntar.
- ¿Que haces tu aquí? y ¿Quien te ha echo esto?.-
lunes, 22 de febrero de 2010
cap 16
Silencio
Angela y Elisa se comprometieron a testificar, les dije que se vinieran hacia casa que saldriamos desde aqui, por no encontrarme sola, papa tambien vendria era un dia muy importante para todos. Yo me encontraba muy nerviosa, sabia que estaba alli el asesino de mi hermana, pero aun no sabiamos quien era el complice, si es que solo habia uno, sabia que hoy sabria toda la verdad, la verdad que me han estado ocultando hasta ahora. Recibi una llamada antes de salir de casa, decidi coger el numero aunque no sabia quien era, no lo reconocia.
- ¿Diga?.- pregunte.
- Hola Grabiela no me cuelgues el telefono por favor, soy Edwin.- me dijo.
- ¿Edwin? ¿Que quieres?.- le dije, me quede paralizada, ¿Que queria este de mi?.
- Tengo que decirte algo muy importante.- me dijo.
- ¿Que es eso tan importante?.- estaba algo mosqueada.
- Se quien es el.......- me dijo despues escuche murmullos y el movil empezo a comunicar, llame un par de veces pero me salia que estaba apagado o fuera de cobertura, ¿Que pasaba? ¿Que es lo que sabia Edwin? ¿Y quien no le dejo terminar de hablar?.
Nos dirigimos directos al juzgado no hice mucho caso a Edwin pero me dejo pensando. En la sala habia muchisima gente, habia camaras, de todo, no se porque la muerte de una adolescente que habia sido masacrada gustaba tando a los ciudadanos del todo el mundo, no se dan cuenta que los familiares tenemos sentimientos y que eso nos hace daño. Eric nuestro abogado estaba de nuevo con nosotros en este juicio, aunque el no venia de abogado, ya que mi hermana no se podia defender, este juicio seria "El pueblo contra Justin Hall", se le condenaria ha cadena perpetua para toda la vida sin derecho a libertad, a caso de que el dijera quien es su complice eso es lo que esperabamos, que Justin digera la verdad. Vi de reojo a Jacob y Victoria pero ellos ni siquiera me dedicaron una mirada, JAcob no se hablaba con migo desde que detuvieron a su primo, y eso me partia el alma.
En este caso solo estaria la jueza ya que Justin era mayor de edad, tenia los dieciocho recien cumplidos, y el abogado de oficio de este. El juicio empezo enseguida no tuvimos que esperar muchos.
- Buenas tardes, puden sentarse, estamos hoy aqui para juzgar al joven Justin Hall del asesinato brutal de la joven Elenisca Rodriguez.- dijo la Jueza, todas las personas ausentes estaban en silencio.- Letrado Grabiel Gul, podria podria decirme como se considera su defensor.- dijo la jueza.
- Inocente.- dijo Grabiel. No entendia porque se consideraba inocente si era culpable.
En la parte en la que tendria que estar mi hermana estaba el agente Sullivan con un abojado de su distrito que se llamaba Clark Breton, por lo que se ve era el mejor en casos criminales, o eso me dijo Sullivan.
- Hola señor Sullivan, señor Breton. Es un honor tenerlos en nuestro juzgado. Me pueden comentar algo sobre el caso ya que se lo minimo.- dijo la jueza.
- Si señora jueza.- dijo Breton.- Hace unos meses murio como bien sabe la señorita Elenisca Rodriguez, fue asesinada y violada, no como la gente piensa,ya que siempre se viola y despues se mata, muchas personas creen que al matar primero a la persona y despues violarla los espermatozoide quedan muertos y no valen dentro de ella y eso no es asi. Eso es lo que penso el joven Justin Hall, que la mato primero y despues la violo.- dijo Breton.
- Me gustaria ver las pruebas que tienen a su favor, y ver donde se identifican al acusado.- dijo la jueza.
- Si veras, este documento es donde se acreditan que los espermatozoides encontrados en la victimas don del señor Hall, y que la piel que tenia de bajo de las uñas la señorita Elenisca son tambien del señor Hall. Por ello creo que no hay niguna duda de que el es el verdadero asesino.- dijo Breton.
- Si pero ustedes no estan aqui solo por esto ¿verdad?.- dijo la jueza.
- Si pensamos que el señor Hall tiene un complice, ya que nos parece algo repentino que viniera a esta ciudad donde por casualidad vivia la señorita Elenisca.- dijo Breton.
- si es algo extraño.- dijo la jueza.- su cliente tiene algo que decirnos señor Gul.- termino de dicir la jueza.
- Mi cliente solo vino a ver a unos familiares que tiene aqui viviendo, en esta ciudad.- dijo Gul.
- Mucha casualidad jueza, ya que hace unos meses atras, la señorita Grabiela Rodriguez, hermana gemela de la joven asesinada por lo que hoy estamos aqui, tuvo una disputa con uno de esos primos que vino a visitar el joven Justin Hall.- comento Breton.- Tambient tenemos a su disposicion para que declaren las dos jovenes que acompañaban a Elenisca en su viaje por Londres, que son sus dos mejores amigas Angela Swan y Elisa Pool.- dijo Breton.
- Creo que no es necesaria la declaración de las joven ya que vamos a dar nuestro venedicto en dos horas, espero que todo sea el agrado de todas las personas y que el joven Justin Hall se merezca el castigo necesario. Si no hay nada mas que decir en doa horas sabremos el venedicto.- dijo la jueza saliendo de la sala.
La ultima frase que dijo la jueza la senti muy adentro, creo que esa frase era dedicada al complice del asesino. Me fui esas dos horas a casa, mi embarazo estaba pesado, aunque apenas estaba de tres meses y medio me sentia muy inchada, decidi tumbarme un rato en la cama y pensar.
A la dos horas ya estabamos de vuelta en el juzgado, nos sentemos todas las personas que estabamos alli y la jueza decidio seguir con el juicio.
- Hemos decidido que Justin Hall sera en carcelado, sin derecho a libertad, este es mi ultimo venedicto ya que no sabemos quien es la otra implicada en el caso. Si alguien esta sala tiene algo que objetar que lo diga ahora o calle en silencio.- dijo la jueza.
Se espero un murmullo en la sala pero nadie se dispuso ha hablar, los guardias empezaron a esposar a Justin Hall pero este empezo a gritar a voces.
- Señoria, señoria es el que me obligo matar a Elenisca.- dijo señalando al complice, cuando me di la vuelta no me lo podia creer, mi corazon latia demasiado rapido, senti nauseas y cai redonda al suelo. No me podia creer quien era el complice, mi mundo se vino encima.
Angela y Elisa se comprometieron a testificar, les dije que se vinieran hacia casa que saldriamos desde aqui, por no encontrarme sola, papa tambien vendria era un dia muy importante para todos. Yo me encontraba muy nerviosa, sabia que estaba alli el asesino de mi hermana, pero aun no sabiamos quien era el complice, si es que solo habia uno, sabia que hoy sabria toda la verdad, la verdad que me han estado ocultando hasta ahora. Recibi una llamada antes de salir de casa, decidi coger el numero aunque no sabia quien era, no lo reconocia.
- ¿Diga?.- pregunte.
- Hola Grabiela no me cuelgues el telefono por favor, soy Edwin.- me dijo.
- ¿Edwin? ¿Que quieres?.- le dije, me quede paralizada, ¿Que queria este de mi?.
- Tengo que decirte algo muy importante.- me dijo.
- ¿Que es eso tan importante?.- estaba algo mosqueada.
- Se quien es el.......- me dijo despues escuche murmullos y el movil empezo a comunicar, llame un par de veces pero me salia que estaba apagado o fuera de cobertura, ¿Que pasaba? ¿Que es lo que sabia Edwin? ¿Y quien no le dejo terminar de hablar?.
Nos dirigimos directos al juzgado no hice mucho caso a Edwin pero me dejo pensando. En la sala habia muchisima gente, habia camaras, de todo, no se porque la muerte de una adolescente que habia sido masacrada gustaba tando a los ciudadanos del todo el mundo, no se dan cuenta que los familiares tenemos sentimientos y que eso nos hace daño. Eric nuestro abogado estaba de nuevo con nosotros en este juicio, aunque el no venia de abogado, ya que mi hermana no se podia defender, este juicio seria "El pueblo contra Justin Hall", se le condenaria ha cadena perpetua para toda la vida sin derecho a libertad, a caso de que el dijera quien es su complice eso es lo que esperabamos, que Justin digera la verdad. Vi de reojo a Jacob y Victoria pero ellos ni siquiera me dedicaron una mirada, JAcob no se hablaba con migo desde que detuvieron a su primo, y eso me partia el alma.
En este caso solo estaria la jueza ya que Justin era mayor de edad, tenia los dieciocho recien cumplidos, y el abogado de oficio de este. El juicio empezo enseguida no tuvimos que esperar muchos.
- Buenas tardes, puden sentarse, estamos hoy aqui para juzgar al joven Justin Hall del asesinato brutal de la joven Elenisca Rodriguez.- dijo la Jueza, todas las personas ausentes estaban en silencio.- Letrado Grabiel Gul, podria podria decirme como se considera su defensor.- dijo la jueza.
- Inocente.- dijo Grabiel. No entendia porque se consideraba inocente si era culpable.
En la parte en la que tendria que estar mi hermana estaba el agente Sullivan con un abojado de su distrito que se llamaba Clark Breton, por lo que se ve era el mejor en casos criminales, o eso me dijo Sullivan.
- Hola señor Sullivan, señor Breton. Es un honor tenerlos en nuestro juzgado. Me pueden comentar algo sobre el caso ya que se lo minimo.- dijo la jueza.
- Si señora jueza.- dijo Breton.- Hace unos meses murio como bien sabe la señorita Elenisca Rodriguez, fue asesinada y violada, no como la gente piensa,ya que siempre se viola y despues se mata, muchas personas creen que al matar primero a la persona y despues violarla los espermatozoide quedan muertos y no valen dentro de ella y eso no es asi. Eso es lo que penso el joven Justin Hall, que la mato primero y despues la violo.- dijo Breton.
- Me gustaria ver las pruebas que tienen a su favor, y ver donde se identifican al acusado.- dijo la jueza.
- Si veras, este documento es donde se acreditan que los espermatozoides encontrados en la victimas don del señor Hall, y que la piel que tenia de bajo de las uñas la señorita Elenisca son tambien del señor Hall. Por ello creo que no hay niguna duda de que el es el verdadero asesino.- dijo Breton.
- Si pero ustedes no estan aqui solo por esto ¿verdad?.- dijo la jueza.
- Si pensamos que el señor Hall tiene un complice, ya que nos parece algo repentino que viniera a esta ciudad donde por casualidad vivia la señorita Elenisca.- dijo Breton.
- si es algo extraño.- dijo la jueza.- su cliente tiene algo que decirnos señor Gul.- termino de dicir la jueza.
- Mi cliente solo vino a ver a unos familiares que tiene aqui viviendo, en esta ciudad.- dijo Gul.
- Mucha casualidad jueza, ya que hace unos meses atras, la señorita Grabiela Rodriguez, hermana gemela de la joven asesinada por lo que hoy estamos aqui, tuvo una disputa con uno de esos primos que vino a visitar el joven Justin Hall.- comento Breton.- Tambient tenemos a su disposicion para que declaren las dos jovenes que acompañaban a Elenisca en su viaje por Londres, que son sus dos mejores amigas Angela Swan y Elisa Pool.- dijo Breton.
- Creo que no es necesaria la declaración de las joven ya que vamos a dar nuestro venedicto en dos horas, espero que todo sea el agrado de todas las personas y que el joven Justin Hall se merezca el castigo necesario. Si no hay nada mas que decir en doa horas sabremos el venedicto.- dijo la jueza saliendo de la sala.
La ultima frase que dijo la jueza la senti muy adentro, creo que esa frase era dedicada al complice del asesino. Me fui esas dos horas a casa, mi embarazo estaba pesado, aunque apenas estaba de tres meses y medio me sentia muy inchada, decidi tumbarme un rato en la cama y pensar.
A la dos horas ya estabamos de vuelta en el juzgado, nos sentemos todas las personas que estabamos alli y la jueza decidio seguir con el juicio.
- Hemos decidido que Justin Hall sera en carcelado, sin derecho a libertad, este es mi ultimo venedicto ya que no sabemos quien es la otra implicada en el caso. Si alguien esta sala tiene algo que objetar que lo diga ahora o calle en silencio.- dijo la jueza.
Se espero un murmullo en la sala pero nadie se dispuso ha hablar, los guardias empezaron a esposar a Justin Hall pero este empezo a gritar a voces.
- Señoria, señoria es el que me obligo matar a Elenisca.- dijo señalando al complice, cuando me di la vuelta no me lo podia creer, mi corazon latia demasiado rapido, senti nauseas y cai redonda al suelo. No me podia creer quien era el complice, mi mundo se vino encima.
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